La incorporación de pescadoa la dieta diariano sólo es una práctica común durante celebraciones como Semana Santa, sino que también está demostrado que aporta una serie de beneficios significativos para la salud. Respaldado por estudios científicos, el pescado se destaca como una opción nutricionalmente valiosa que puede mejorar notablemente nuestro bienestar general.
Según investigaciones realizadas por la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard, el pescado se considera una proteína animal de alta calidad, lo que lo convierte en un componente clave para una alimentación equilibrada y saludable. No se trata solo de un alimento delicioso, sino de una fuente esencial de nutrientes que el cuerpo necesita para funcionar correctamente.
¿Cuáles son los tres beneficios esenciales que ofrece el consumo diario de pescado?
Reducción del riesgo de cardiopatías: consumir una o dos porciones de pescado graso a la semana puede reducir significativamente el riesgo de enfermedades cardíacas hasta en un 36%. Este beneficio se atribuye a las grasas omega-3 presentes en el pescado, las cuales protegen la salud del corazón y los vasos sanguíneos. Dado que el cuerpo humano no produce omega-3 por sí mismo, es crucial obtenerlos de fuentes alimenticias como el pescado.
Reducción de los niveles de triglicéridos en sangre: Estudios han demostrado que el consumo regular de pescado está asociado con una menor incidencia de episodios graves y muertes relacionadas con enfermedades cardiovasculares. Esto se debe a que los nutrientes presentes en el pescado ayudan a mejorar la función de los vasos sanguíneos y a reducir los niveles de triglicéridos en la sangre, mitigando así la inflamación que puede dañar los vasos sanguíneos.
Reducción de la presión arterial y la formación de placas de grasa en las arterias: Consumir pescado con regularidad, especialmente aquel con un alto contenido de omega-3, puede ayudar a reducir los niveles de colesterol LDL y triglicéridos, lo que a su vez disminuye la formación de placas de grasa en las arterias. Esto no solo reduce el riesgo de sufrir un infarto, sino que también contribuye a mantener una presión arterial saludable.
Pescado, el gran aliado del cerebro
Además de estos beneficios clave, hay otros aspectos positivos al incluir pescado en la dieta regularmente. Por ejemplo, las grasas omega-3 son esenciales para el desarrollo del cerebro y el sistema nervioso en bebés.
También se observó que el consumo de pescado puede reducir el riesgo de depresión, TDAH, Alzheimer y demencia. Además, gracias a sus propiedades antiinflamatorias, el pescado puede ayudar en la prevención de enfermedades como la diabetes y la artritis.